"Si el pueblo tiene hambre y no tiene pan, que coma brioche"
Esta frase tan "acertada" fue supuestamente pronunciada por la reina María Antonieta. Todos sabemos como acabó esta reina francesa amante de los dulces (literalmente, perdió la cabeza por ellos)
De todas formas, el brioche en muy anterior a María Antonieta. El primer escrito donde aparece la palabra brioche data de 1404 .
Es un pan, ni dulce ni salado, de origen francés. Algunas fuentes afirman que se originó en la zona de Normandía, otros que fue en la ciudad bretona de Saint-Brieu, cuyos habitantes son más conocidos como "briochins", de ahí le vendría el nombre. Actualmente, no hay región en Francia que no tenga su propio tipo de brioche.
Este pan compuesto principalmente de harina blanca, huevos, azúcar y mantequilla era, en sus primeros tiempos un privilegio reservado a las clases altas, popularizándose más tarde y llegando a todo el mundo (y con mundo me refiero al planeta Tierra).
Personalmente, me encantan los panes de este estilo, exterior dorado, masa esponjosa, no muy dulces, perfectos para rellenar con cualquier cosa, desde mermelada hasta paté.
Tiene que quedar una masa elástica y que no se pegue demasiado a las manos.
El horno lo programé a 180ºC y calor arriba y abajo, pero tuve que cambiarlo a los 6 minutos solo abajo, porque la parte de arriba ya se había tostado. . .
El mío a los 20 minutos ya estaba hecho (¡qué velocidad!), por ello es recomendable ir controlando a partir de los 15 minutos.
Es recomendable engrasar muy bien el molde, porque si no os las veréis y os las desearéis para desmoldarlo (¡creedme!)
¡Disfrutad!
Laura
La receta que yo he usado está sacada de el blog Kanela y Limón y la podéis ver aquí.
Las cantidades pueden variar un poco. Por ejemplo, yo a la masa de arranque tuve que añadirle un poco mas de leche, y al contrario, después, cuando lo amasé todo junto, tuve que añadirle harina.
Yo he utilizado una panificadora aunque puede hacerse a mano, cuesta mas, pero quedan unos brazos muy tonificados.Tiene que quedar una masa elástica y que no se pegue demasiado a las manos.
El horno lo programé a 180ºC y calor arriba y abajo, pero tuve que cambiarlo a los 6 minutos solo abajo, porque la parte de arriba ya se había tostado. . .
El mío a los 20 minutos ya estaba hecho (¡qué velocidad!), por ello es recomendable ir controlando a partir de los 15 minutos.
Es recomendable engrasar muy bien el molde, porque si no os las veréis y os las desearéis para desmoldarlo (¡creedme!)
¡Disfrutad!
Laura
Tostado y con un poco de mermelada está espectacular, y la vuestra de mandarina, naranja y calabaza me está llamando a gritos ;)
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